lunes, 13 de julio de 2020

ACTIVIDAD 9. EL TRABAJO

EL TRABAJO ES PARTE DE MI VIDA 
Y DE MI FELICIDAD

ACTIVIDAD 9

En este momento en el que hemos realizado un recorrido con estas temáticas tan importantes relacionados con El trabajo, componente esencial en la vida de todas las personas que inician su edad adulta y deben actuar de forma autónoma y responsables de sí mismas asegurando su subsistencia.
La idea es Realizar un dibujo sobre el trabajo en un octavo de cartulina o cartón paja en el que agreguemos algunas frase alusivas a la importancia del trabajo, porque nos permita llegar a experimentar felicidad y  cómo ser un buen trabajador para con: Dios, los demás y conmigo mismo.

 Espero que no haya duda de que: cualquier oficio, ocupación o profesión puede llevar a una persona a experimentar en su interior gran satisfacción y felicidad. 
Exitos !!!


 



TEMA 6. LAS BIENAVENTURANZAS ACT. 8

LAS BIENAVENTURANZAS

Las bienaventuranzas sirven de introducción al conocido Sermón del Monte que Jesús pronunció frente a sus discípulos y a muchos de sus seguidores. El pasaje bíblico se encuentra en Mateo 5:3-12. Por medio de las ocho bienaventuranzas Jesús describió cómo debe ser el carácter de sus discípulos y cuál es la recompensa que ellos reciben o recibirán.

Cuando leemos la palabra «bienaventurado» (o «dichoso», dependiendo de la traducción), debemos darle el sentido de una persona muy privilegiada. Las personas que menciona el pasaje bíblico son bienaventuradas, dichosas, privilegiadas. No lo serán en el futuro, sino que ya lo son.


La sociedad moderna considera dichosos a los que tienen recursos materiales, una buena posición social o prestigio. Jesús nos da una visión muy diferente sobre los que son verdaderamente dichosos o bienaventurados.



ACTIVIDAD No. 8
 

Realiza un Mapa mental con las Bienaventuranzas, es semejante a un mapa conceptual, pero le agregan dibujos.

Si ya terminaste tu Actividad No. 8 por favor tomar foto y enviar imagen del mismo al correo de la profesora luzjeanethe@gmail.com

TEMA 5. ACT. 7

TEMA 5.  LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO


«Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna» (CIC 1832). Perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo.
Con esto entendemos que los frutos del Espíritu Santo no son algo propio, sino que es algo que el mismo Espíritu Santo forma en nosotros. Y para que pueda formar estos frutos es necesario dejarlo entrar en nuestra vida. Es el Espíritu de Dios el que hará germinar desde dentro de nosotros aquellos frutos (resultados) que provienen de la unión y cercanía que tengamos con el mismo Dios.

Son frutos y necesitan de tierra fértil

Así pues, para que la semilla de Dios germine en nosotros y dé frutos en abundancia, es necesario preparar el terreno. Un terreno que se hace fértil por nuestra voluntad al abrirnos a Dios y dejar que él sea quien actúe y al mismo tiempo actuar nosotros predisponiendo nuestra vida para el encuentro con el Señor.

Primicias de la gloria eterna


Dios nos promete el Reino de los cielos. Muchas veces vemos ese reino lejano, olvidando que el reino ya empezó y que somos sus ciudadanos. A través de los frutos del Espíritu Santo, es que podemos experimentar ese gozo que es adelanto de la experiencia de felicidad plena que tendremos cuando finalmente lleguemos a mirar su rostro.



 

1.       Amor (caridad)


«Sin amor nada soy Señor». Efectivamente sin amor nada somos, porque el amor viene de Dios mismo y sin Dios, pues eso: nada somos. Este amor fruto del Espíritu Santo refleja el amor del Padre y del Hijo, un amor inmenso, incondicional y personal.






2. Alegría

Es el gozo que experimentamos, fruto de tener a Dios en nuestras vidas. Es ese contento de sabernos suyos y de estar cerca de Dios. Esa alegría que no nos abandona ni en las situaciones más extremas, porque Dios vive en nosotros, porque no estamos solos, porque se quedó con nosotros todos los días hasta el fin de los tiempos.



3. Paz


La paz es el lazo que une al Padre y al Hijo. En ese lazo encontramos la calma que permite que nada nos turbe, ni en las circunstancias más extremas, ya que es Dios quien vive en nosotros y su compañía hace que nada nos perturbe pues Él ya venció a la muerte y al dolor.




4. Paciencia

La paciencia es el fruto que nos permite hacerle frente a la tristeza y al desánimo frente a una situación que parece no terminar. Cultivar la paciencia sin Dios puede ser una tarea titánica, pero la presencia del Espíritu en nuestras vidas hace que esa paciencia brote y podamos enfrentarnos a situaciones duraderas, incluso permanentes, con confianza y calma.




5. Longanimidad

Sinónimo de perseverancia es esa fuerza que nos permite realizar un trabajo de larga duración sin decaer. Tal vez la conquista de una virtud o las propias vivencias que requieren que no desistamos, que continuemos y si caemos nos levantemos una y otra vez, como un porfiado, a continuar el camino trazado. Y por el otro lado a continuar con el bien de un trabajo, de una misión, de anuncio del reino de Dios que nos ha sido encomendado.




6. Benignidad

El Papa Francisco nos dijo: «Quien no conoce la ternura de Dios está perdido». La benignidad habla de esa dulzura y ternura con la que Dios nos trata personalmente y como en presencia de su Espíritu esta misma ternura brota de nosotros y nos permite relacionarnos con los demás con esa misma delicadeza, dulzura y ternura, reflejo de Dios.



7. Bondad

El amor de Dios es un amor que empuja a que salgamos al encuentro. El encuentro con Dios, irremediablemente nos empuja a salir a encontrarnos con el otro y transmitir lo que nos ha sido dado. Nos empuja a un trato caritativo, bueno, especialmente con los más necesitados física y espiritualmente.




8. Mansedumbre

Este fruto hoy en día es poco valorado. La mansedumbre se opone a la ira y al rencor, nos empuja a tratar siempre con bondad y ternura a los demás. Nos hace tratar con dulzura, en las palabras y en las acciones, la prepotencia de otros.




9. Fidelidad

Es ese permanecer constante al lado del amado. Buscamos cumplir nuestras promesas imitando al mismo Dios que cumple sus promesas con nosotros. Mediante la fidelidad comunicamos seguridad y permanencia, nuestras relaciones personales se afianzan y permanecen, nuestro amor se hace perdurable.






10. Modestia

Regula la manera conveniente y apropiada de presentarnos ante los demás. Más allá de la vestimenta (que la incluye) es mostrarnos a tiempo y destiempo, con respeto, caridad y pureza del alma. La modestia le huye a lo escandaloso y llama a la calma, al recogimiento y al respeto, pero excluyendo lo tosco y mal educado.





11. Templanza

Es ese fruto mediante el cual conquistamos la propia vida, nos hacemos dueños y señores de nuestra existencia, modulando nuestros sentimientos, nuestros apetitos, debilidades, y optando siempre por el bien, incluso forzándonos a hacerlo.






12. Castidad 

Este fruto permite conquistar la victoria sobre los apetitos de la carne. No se trata de reprimir nada, todo lo contrario, se trata de poder vivir en libertad y de manera ordenada la propia sexualidad. Sexualidad que tiene que ser movida por el amor y no por el deseo y la posesión.


«El Espíritu en Pentecostés impulsa con fuerza a asumir el compromiso de la misión para testimoniar el Evangelio por los caminos del mundo» (S.S. Benedicto XVI – Audiencia General, 15 de noviembre 2006).

ACTIVIDAD No. 7

Hemos visto los frutos que nos permite alcanzar y disfrutar el Espíritu Santo cuando tenemos el corazón dispuesto a mantener esa comunicación permanente con Dios y en su gracia.

Tu misión es realizar afiche con los frutos del espíritu santo, que incluya los dibujos y su significado.

Cuando hayas terminado tu actividad 7, por favor marcar tu afiche con tu nombre, sacar foto y enviar al correo de la profesora luzjeanethe@gmail.com


TEMA 4. DONES DEL ESPÍRITU SANTO ACT. 6

TEMA 4.  LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO


Desde la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, en Pentecostés, los cristianos son conscientes de los dones con los que asiste al creyente la tercera Persona de la Trinidad. “la vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo”.  

Descubramos, entonces, cuáles son y en qué consisten estos dones:


1. Sabiduría. Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto de Dios. 
2. Entendimiento. Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por Dios. Mediante este don, el Espíritu Santo nos permite escrutar las profundidades de Dios, comunicando a nuestro corazón una particular participación en el conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad del mismo Dios.
3. Consejo. Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo correcto e incorrecto, lo verdadero y falso.   Sobre Jesús reposó el Espíritu Santo, y le dio en plenitud ese don, como había profetizado Isaías: “No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra” (Is 11, 3-4).
4. Ciencia. Es el don de la ciencia de Dios y no la ciencia del mundo. Por este don el Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).
5. Piedad. Es el don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.
6. Fortaleza. Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe. Recordemos el valor de los mártires. Nos da perseverancia y firmeza en las decisiones.
7. Temor de Dios. Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar.
El mismo Jesús nos dijo: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20).
La verdadera sabiduría trae el gusto de Dios y su Palabra.

El Señor dijo: “Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh” (Jer 24,7).

En la Primera Carta de San Pablo a los Corintios escribió: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo” (1Co 12, 1-3).

Los que tienen ese don no se amedrentan frente a las amenazas y persecuciones, pues confían incondicionalmente en el Padre.
El Apocalipsis dice: “No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,10).

Por eso, Jesús siempre tuvo cuidado en hacer en toda la voluntad del Padre, como Isaías había profetizado: “Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh” (Is 11,2).

ACTIVIDAD 6:

Realizar un friso creativo de qué es un Don,  cuáles son  los 7 Dones del Espíritu Santo y su importancia a la hora de ser un buen trabajador y una oración de bendición a Él.

Si ya terminaste envía imagenes de tu friso al correo de la profesora luzjeanethe@gmail.com

domingo, 12 de julio de 2020

TERCER PERIODO ACT. 5

TEMA 3.  EL ESPÍRITU SANTO
CONVIVE CON NOSOTROS



Es fundamental decir que el Espíritu Santo es Dios, pero con una personalidad distinta del Padre y del Hijo
Es fundamental decir que el Espíritu Santo es Dios, pero con una personalidad distinta del Padre y del Hijo

1. Creemos en un único Dios, constituido por tres Personas Divinas

No es fácil entender que un único Dios pueda ser tres Personas divinas. Obviamente Dios no es una criatura como nosotros, y por esto nunca podremos comprender la plenitud de su ser. Él, de todas maneras, nos ha revelado que, siendo un único Dios, también es Dios Padre, Dios Hijo (Jesucristo) y Dios Espíritu Santo.

¿Habéis visto un trébol alguna vez? San Patricio usaba el ejemplo del trébol para hablar de la Trinidad: como este que en una sola planta tiene tres hojas, así hay un único Dios, pero con tres Personas.

Esta imagen es útil también para aprender más sobre la Trinidad. Se verá que el Padre, Hijo y Espíritu Santo son todos Dios, pero que el Padre es distinto del Hijo, que a su vez es distinto del Espíritu Santo.

2. El Espíritu Santo deriva del amor del Padre y del Hijo
El Espíritu Santo es una Persona de gran importancia en la Trinidad. Cada domingo, en Misa, recitamos las palabras del Credo: “Creo en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo”.
¿Qué significa “procede»? En el Credo quiere decir que el Espíritu Santo deriva del amor del Padre y del Hijo. Él es el amor que existe entre el Padre y el Hijo.
El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, y como todo amor que existe entre dos personas el Espíritu Santo ha sido enviado para ayudarnos a nosotros en la Tierra.
3. El Espíritu Santo tiene un papel especial en la historia porque ha sido enviado para ser nuestra guía

En el Antiguo Testamento:
El Espíritu Santo ha inspirado a los escritores humanos del Antiguo Testamento para que este fuese verdaderamente Palabra de Dios.
Ha dado a los profetas las palabras con las que predicar al Pueblo de Israel. Como afirma San Pedro, “porque ninguna profecía ha sido anunciada por voluntad humana, sino que los hombres han hablado de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo” (2Pe 1, 21).
Cuando Moisés hizo salir a los israelitas de la esclavitud de Egipto, estaban guiados por el Espíritu Santo. En el Éxodo se lee:
El Señor iba al frente de ellos, de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego, para iluminarlos, de manera que pudieran avanzar de día y de noche. La columna de nube no se apartaba del pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche” (Ex 13, 21-22).

En el Nuevo Testamento:
Antes de que Jesús volviese al Cielo en su Ascensión, dijo a los discípulos que el Espíritu Santo se quedaría con ellos (¡y con nosotros!):
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con vosotros: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros, en cambio, lo conocen, porque él permanece con vosotros y estará en vosotros” (Jn 14, 16-17).
En Pentecostés, que es el cumpleaños de la Iglesia, el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles en la forma de lenguas de fuego, y ellos, de repente, fueron capaces de hablar en lenguas que antes no conocían.
San Pedro dijo a todos los reunidos el día de Pentecostés que el Espíritu Santo había llegado a la Iglesia:
“En los últimos días, dice el Señor, derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y profetizarán sus hijos y sus hijas; los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. Más aún, derramaré mi Espíritu sobre mis servidores y servidoras, y ellos profetizarán” (Hch 2, 17-18).

4. En la Confirmación se reciben los dones del Espíritu Santo; ¡él estará con nosotros para ayudarnos durante toda nuestra vida!
Como hizo con la Iglesia en la Biblia, el Espíritu Santo está con la Iglesia también hoy para guiarnos y confortarnos a través de muchos dones.

Podemos contar con él para recibir los dones espirituales que necesitamos para perseverar, y podemos rezarle muchas veces al día, diciendo simplemente: “¡Ven, Espíritu Santo!”.

Conoceremos esos Dones en nuestro próximo tema.

ACTIVIDAD 5:
1.       Encontramos varias imágenes con las que se representa el Espíritu Santo, como son la paloma, el agua, el fuego.  Elige uno y realiza un dibujo y decóralo llamativamente.
2.       Consulta quiénes son la Santísima Trinidad y realiza un dibujo. 
Si ya terminaste envía imagenes de tu actividad 5 al correo de la profesora luzjeanethe@gmail.com

TERCER PERIODO ACTIVIDAD 4

TEMA 2.  REFLEXIONES ACERCA DE LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN LA ACTUALIDAD.

En muchas ocasiones no quisiéramos tener que separarnos de las personas de casa por tener que ir a trabajar, más aún si se trata de personas con alguna situación especial, niños y ancianos que pasan el día esperando que volvamos por ellos.  Lo fundamental es que con medidas muy responsables, todos y cada uno podamos sentirnos realizados con lo que hacemos, en  la medida en que no solo ayuda a cubrir las necesidades económicas sino que además brinda satisfacción e identidad.

ACTIVIDAD 4

1. Escucha detenidamente el vídeo ¿Por qué necesitamos un trabajo? Y con base en él resuelve los siguientes puntos:


a)       ¿Por qué necesita una persona trabajar?
b)      ¿Qué siente una persona que ha dejado de trabajar y aún está con capacidad física productiva?
c)       ¿Qué aporta el trabajo a la vida de una persona?

2.  Escribe las siguientes frases y utiliza una oficio o profesión para explicar cada una.
a)  El mayor riesgo es no asumir ningún riesgo… En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia en la que el fracaso está garantizado es no asumir riesgos (Mark Zuckerberg. Fundador de Facebook)
b)  Debes hacer cosas que realmente sean importantes, pero también debes divertirte, porque si no, no tendrás éxito (Larry Page. Cofundador de Google)
c)  La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que hace. Si no ha encontrado todavía algo que ame, siga buscando. No se conforme. Al igual que los asuntos del corazón, sabrá cuando lo encuentre (Steve Jobs. 1955-2011. Fundador de Apple)
d)  El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás éxito (Albert Schweitzer. 1875-1965. Médico, filósofo y teólogo)
e)  Tus clientes más insatisfechos deben ser tu mayor fuente de aprendizaje (Bill Gates)

3.  De las frases vistas en la actividad 2 y en esta actividad 4, elige una de las frases y escríbela en un octavo de cartulina y decórala creativamente, piensa en ella como una meta o guía para llegar en un futuro a tener un buen trabajo.

Si ya has terminado envía imagen al correo de la profesora luzjeanethe@gmail.com